Las zapatillas
Dentro del mundo de las zapatillas para correr encontramos una gran variedad, pero ¿cómo encontrar las mejores?
Recuerdo las primeras zapatillas de running que me compré. Fui a la conocida tienda azul de deportes. Buscaba unas zapatillas bonitas y cómodas, pero mi idea se vino abajo, cuando solo encontré zapatillas no muy agraciadas. Estaba empeñada en que me gustaran, pero pronto el dependiente me hizo desechar ese pensamiento, me dijo que no encontraría zapatillas bonitas de running, y así fue. Lo más importante, dijo, es que fueran cómodas y se acoplaran a mi estilo de correr. Pero en mi defensa diré, ¿qué iba a saber yo?, una pobre novata que solo pensaba en estrenar algo nuevo que me motivara. Pues no corría desde el instituto, desde el famoso test de Cooper, en el que casi sufro un paro cardíaco. Pero después de unas cuantas carreras comprobé que, no solo no moria en el intento, si no que mis zapatillas, que siguen sin gustarme estéticamente, me han permitido correr lo que mi cuerpo ha tolerado, y al fin y al cabo eso es lo más importante, la sensación que tienes cuando corres, como si flotaras y se evaporaran todos los problemas y preocupaciones, notar el aire en la cara y dejarlo todo atrás, porque cuando practicas el running, no existe nada, solo tú y tu respiración.
Bueno dejando de rollos, vayamos al tema en cuestión.
A la hora de elegir el calzado, es imprescindible tener en cuenta tres características, pero antes de analizarlas tienen que cumplir un requisito imprescindible, deben de poder doblarse [ si la suela es dura será mas difícil que si es blanda] recuerda hacerlo en la tienda antes de probártela, sin que el dependient@ te vea, hehe, y si puedes doblarlas entonces es momento de probárselas y seguir con los siguientes requisitos.
Estabilidad. Toda zapatilla debe permitirnos carreras y entrenamientos cómodos, donde se ajuste a nuestra pisada [pronador, supinador, normal o neutro], se agarre al suelo y no nos baile. Por eso, como sabemos todas, debemos atarnos bien los cordones para que no nos baile el pie dentro de la zapatilla. Pero por muy sujetos que tengamos el pie, si no se agarra bien al asfalto, y por mucho que nos hayan gustado, si nuestra pisada no es estable, no es recomendable seguir con ellas.
Amortiguación. Es quizás uno de las características que crea más debate, amortiguación vs minimalismo. En esta entrada nos centraremos en la amortiguación, y ya analizaremos más adelante la corriente minimalista. Necesitamos una suela que reduzca el impacto de la pisada. Esta varía según cada persona, ya que depende del peso del corredor, y a más peso mas amortiguación necesitaremos [recuerda que la fuerza vertical que ejercemos al correr es el doble o el tripe de nuestro peso].
Ligereza. Es importante que sea ligera, que no pese, pero al mismo tiempo amortigüe, hay que encontrar el equilibrio perfecto. Sin embargo, va a depender para qué la usemos. Si es para entrenar primará la amortiguación, y si es para carreras o competición será más importante la ligereza.
Así pues, y teniendo en cuenta todas estas recomendaciones, ya podemos ir a la tienda, aunque los especialistas aconsejan que lo hagamos por la tarde, después de haber entrenado, o al menos después de estar un par de horas de pie.
Y si encuentras unas zapatillas que te gusten, se doblen, sean estables, amortigüen y no pesen, has dado en el clavo, ¡enhorabuena ya tienes tus zapas!, ya es hora de correr.
Merce Benlloch - Moda Running